sábado, 30 de mayo de 2009

domingo, 17 de mayo de 2009

pasa.

Las arrugas que surcaban su rostro eran tan profundas como la mirada que tenía esa tarde.
Sus manos, pecosas, cansadas y desgastadas... sujetaban imperiosamente un cigarro.
Era una desconocida, sí. Pero mis ojos sentían que detrás de esas canas y de sus rasgados ojos
había algo más.
algo que nos unió inmediatamente. sin que nunca lo supiéramos. Ella miraba el mar con nostalgia y exhalaba el humo, que parecían sentimientos espiralados, grises y olorosos.

ella, que no sabía quién era yo, me miró para decir con su mirada
que tuviera cuidado,
que tuviera cuidado de caer en el abismo en el que ella ya se encontraba.
Una.
dos.
tres
lágrimas recorrieron sus mejillas.
no sabía por qué.

y sin querer. mis ojos empezaron a llover
también.

martes, 12 de mayo de 2009

¿dónde estas libertad?

En ese parque, la ironía de la vida le juega una triste broma a trece arboles que han crecido con los siglos... quienes mueren por sentir el mar, que está justo frente a ellos.
Troncos duros, añejos, casi secos...torcidos; todos señalan aquella inmensidad.
Se inclinan, quieren nadar y sentir el agua salada. Quieren dejar de ser tierra
para ser sal, ser pez, ser nada y todo a la vez;
las historias que han vivido, de las cuales han sido testigos, se deben quedar en el suelo...con los gusanos...con los muertos.

quieren olvidar. ser infinito. quieren ser mar.

tan cansados.
del sol.
del humo.
enfermos de amor.
¿por qué no tienen alas para volar?
para ser sombra, ser vida.
mediadores de energía.
pero se van pudriendo...
¿por qué no se van?

No deben.
están sujetos a este difuso mundo terrenal.
No pueden.
ellos quieren caer pero la raíz, la tierra
esas que dan vida, son símbolo de muerte
los hunde hacia el cementerio eterno,
al suicidio colectivo que es el suelo...
mientras ellos abrazan el aire y suspiran al cielo,
pidiendo ser aves,
que puedan caer y ser agua.
que puedan dejar este infierno.

lunes, 4 de mayo de 2009

Galeano, una y mil veces.

Los Nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


Eduardo Galeano