domingo, 12 de diciembre de 2010

una más

que difícil es hablar sin que te escuchen
y que te escuchen en el silencio
cuando apenas puedes decir algo.
Es más fácil cuando callamos, cuando cerramos los ojos para dormir...
es más sencillo y menos doloroso que hablar y tratar de explicar lo que sentimos
uno
dos
tres
tres veces, tres besos, tres intentos de desenredar los nudos que se van formando al caminar, cuando empiezan a doler los meses y el recuerdo se convierte en el presente, cuando pretender encontrar respuestas se vuelve obsoleto, vacío...
sentir para no volverse loco de tanto pensar...
sentir para poder vivir.

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