lunes, 3 de agosto de 2009

Utopía.

Una letra colgada en el pecho, de madera con incrustaciones de cuarzos...reflejaban la luz de una luna llena...intensa.
Caminaba a paso lento esperando encontrar la casa. ¿casa? ¿cama? daba lo mismo. solo encontrar un lugar donde pasar la noche, en aquel pueblo desconocido y colorido.
Su bolso, inmenso (para ella, que es una nadita de persona) bordado, rasgado, desteñido; demostraba su libre albedrío. Caminaba, si...lento: observaba, olía, escuchaba. Saboreaba la libertad, sabía como a viento en una noche de verano, y veía el agua de un rio que hacía música junto a un coro de grillos.
Encontró donde dormir. ¿Cómo te llamas? le preguntaron.
-Pia- dijo ella, sonriendo o bostezando ¿qué más daba?
Se envolvió entre las sábanas, sintiendo el olor a humedad, se enredó con la almohada y su cabeza al fin decidió descansar de tanto color, de tantas imágenes.
La mañana, como siempre mágica y deslumbrante, la levantó junto con los rayos del sol. -Buenos dias- se dijo entre dientes y con un par de parpadeos más, ya se encontraba junto a la puerta, despidiéndose de sus nuevos amigos. Tanto cariño-. piensa...y sigue caminando.

Entonces empiezan los tambores, empiezan los ruidos más sublimes para ella, una melodía pegajosa...deliciosa. absorbente. junto a un grupo de bailarines, los sigue...ahora bailando, bailando a ciegas y sin pareja. La gente cree que esta chica está loca. que ¿De dónde salió? no es de aquí de todas formas. -Está drogada- gritan algunos.
Pero ella los ignora, baila e incluso canta, canta canciones de cuna que riman con la música desconocida.
canta desde lo más profundo, desde sus emociones entrelazados con sus sentidos. canta. baila y esa sensacion de felicidad...se le sale por los poros. por los ojos. por las manos, por todas partes...


.....

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